La reforma de esta casa de campo en Novales, nos llegó unos días antes de que sus propietarios cerraran la compra de su nueva vivienda. Habían decidido vivir en Novales, un pueblo de la Costa Oeste de Cantabria, donde hasta hace poco se encontraba Federica and Co. Y esta casa reunía, todo lo que buscaban, tan sólo necesitaba un lavado de cara, actualizarse, y convertirse en un hogar más funcional.
Era una casa de campo, que se notaba que sólo se habitaba en vacaciones. Por varios detalle, por un lado necesitaba calefacción, y los espacios además, estaban poco definidos. Por ejemplo: al garaje anexo, se podía acceder por varios sitios. Desde el baño de la planta superior, desde un pequeño porche que tenía detrás la cocina, y por su propia puerta.
Además, el baño de la planta baja, abría directamente a la zona de comedor, algo que nunca es lo más apetecible… Por último, los colores y los materiales de la vivienda, oscurecían una casa de campo preciosa, donde la luz entraba a raudales y en la que sin embargo, apenas tenía protagonismo, incluso con su doble altura.
Nuestras propuestas siempre son funcionales, y nuestra cliente tenía muy claro su esquema vital de hogar.
El pilar de la planta baja, nos proporcionaba la excusa perfecta para alargar los tabiques y dejar el baño dentro del dormitorio de planta baja. Convirtiéndose así, en el dormitorio principal de la vivienda con baño en suite. Bajo la escalera, sacamos un nuevo aseo de cortesía para invitados. Algo que pudimos hacer, debido a que toda la vivienda estaba construida sobre una cámara bufa, que nos permitió además de sacar este pequeño aseo, instalar toda la calefacción mediante suelo radiante en esa planta baja.
Había que actualizar la vivienda en general, todos sus acabados, y darle un aire renovado a la barandilla y a la chimenea. También querían incorporar el porche trasero a la cocina, quitando una puerta de madera de acceso exterior que no dejaba pasar la luz. La sustituimos por un ventanal corredero, que nos hacía las veces de puerta hacia el exterior.
Sus gustos: un estilo nórdico pero con marcado toque industrial, siempre y cuando éste pudiera conjugarse con una casa de campo.
La tendencia y la modernidad hoy en día está en la mezcla.
Y esta era la excusa perfecta para demostrarlo, porque lo que si tenían claro, es que no tenían ganas de una casa de campo tradicional.
En cuanto a colores, no quisimos apostar más que por el blanco. La madera de la casa pesaba visualmente lo suficiente, por lo que únicamente nos apoyamos en el color blanco, y en una iluminación que aportara personalidad, modernidad y un gran protagonismo en esta renovación.
La chimenea la actualizamos, aportándole al tiro unas líneas marcadas y rectas, realizadas mediante fábrica de obra. Esta aparece apoyada sobre la pared principal del salón a doble altura, y flanqueada por unas lámpara Mouille de dos brazos a cada lado.
En la cumbrera, a la altura de la escalera y como detalle divertido el aplique Monkey de Seletti nos vigila. Lámparas preciosas casi todas de Liderlamp, y todas, con un corte industrial y nórdico, que se conjugan con una zona de estar con sofás modulables, que nos permitirán disponer el espacio a nuestro antojo, según la ocasión.
La cocina adquiere gran protagonismo en este proyecto de reforma de esta casa de campo en Novales.
La relación con el salón se resuelve dotándole al conjunto de mucho orden, algo necesario para tener una cocina abierta al salón. Es por esto, por lo que seguimos combinando el color blanco con algo más de madera, de forma que el espacio se entienda y se vea como un todo continuo, dentro del espacio abierto.
Para ello utilizamos armarios panelados blancos, tipo columna, contenidos dentro de un pórtico de pladur. Frente a él, toda una pared con muebles bajos de madera laminada de acabado similar al del suelo con una encimera corrida blanca bajo el ventanal. Este truco de levantar el acabado del suelo por los paños verticales, lo realizaremos en varios sitios más de la vivienda: en el cabecero en la habitación principal, y revistiendo la pared trasera del pequeño aseo de cortesía.
La colocación de la mesa del comedor-cocina, fue a lo que dimos más vueltas. La familia quería una mesa de comedor para el día a día, sin embargo mantenerla interrumpiendo y cortando el paso entre la zona de estar y la cocina no funcionaba. Pero si teníamos claro, que no podía quedarse como estaba: un banco corrido de obra que ocupaba casi todo el salón.