Cuando nos llamaron para la reforma de este duplex de 80 m2 en Santander, nos encontramos una vivienda totalmente demolida por dentro. Nuestros clientes, habían decidido empezar de 0 y tirarlo todo, para realizar la reforma, y empezar a diseñar ellos mismos la vivienda.
No es la primera vez que nos pasa, que una vez comenzada la obra, y con la arrancada del «yo lo hago», nos contactan para ver: «cómo seguir». Y es que para todo hay profesionales. Sin embargo no hay nada que agradezcamos más a la hora de poder analizar el espacio, que encontrar una vivienda en carnes. Porque ya puedes encontrar, todos los inconvenientes que puedan surgir en el replanteo de su diseño, y eso es mucho.
Así que cuando fuimos por primera vez, ya pudimos ver todo el potencial que tenía este piso.
Como en cualquier vivienda de 2 plantas, la complejidad se centraba en la escalera. Y en esta reforma de dúplex de 80 m2 en Santander, no iba a ser menos.
Tal y como estaba planteada la escalera en origen, la planta superior se convertía en un entramado de alturas para llegar a cada una de las habitaciones, bastante complicado. La familia lo sabía, y su premisa principal fue que la escalera ocupara el menor espacio posible.
El cómo se circule por la vivienda te hace aprovechar o desaprovechar muchos m2.
En un primer momento, se planteó una escalera de semicaracol, con un descanso compensado en forma U. Pero el devenir de la obra, y el hecho de no querer meternos en harina de otro costal con una obra mayor abriendo el forjado, hizo que decidiéramos aprovechar el hueco de la escalera.
En esta reforma de duplex de 80 m2 en Santander, sabíamos a qué lugar de la planta superior teníamos que llegar para poder aprovecharla al máximo; así que decidimos darle la vuelta al sentido de llegada.
Con la escalera así dispuesta, nos quedaba una planta de abajo totalmente diáfana, salvo por las zonas húmedas escondidas, y a su vez, divididas por la escalera.