Esta reforma en Menéndez Pelayo, Santander, nos llegó desde Madrid. Sus dueños, habían comprado hacía unos años este piso en Santander, para pasar los periodos vacacionales. Y después de unos años de disfrutarlo, tocaba reformarlo y darle un aire renovado. Y es que sabían, que no se había conseguido sacar el máximo potencial de él. Además, si en algún momento pensaban rentabilizarlo y ponerlo en alquiler, un lavado de cara, era muy necesario para ponerlo en el mercado.
Vicky, nuestra clienta, tenía bastante clara la reforma que quería realizar en su piso, y no se equivocaba con sus ideas, porque eran de lo más acertadas. Para comenzar debido a que el piso no tenía mucha altura quería conseguir la mayor altura posible. Pero sobre todo, descubrir la viga y el pilar de madera, que en el salón, se ocultaban bajo la escayola. Por otro lado, quería unir la cocina al salón, porque al ser un piso de vacaciones, todavía tenía menos sentido, tener las dos estancias separadas.
Además, si eso ayudaba a agrandar el baño del pasillo, pues mejor aún, ya que el plato de ducha era necesario agrandarlo. Por último, quería renovar el baño del dormitorio principal y cambiar la bañera por un plato de ducha. En los dormitorios intervenimos poco, apenas la renovación de los acabados, carpintería incluida y la iluminación.
Ordenamos todas esas ideas que nos había dado Vicky, para la reforma de su piso de Menéndez Pelayo, en Santander, y en poco tiempo llegamos a la solución para la distribución perfecta. Recuerdo que le enviamos un mail con un· “Eureka, tenemos tu proyecto!”, antes siquiera de montarlo. Os lo contamos más a fondo este Post, que también servirá de ejemplo para el curso ZONA DE DÍA de nuestros cursos de interiorismo online.
Pero en definitiva la solución pasaba por demoler las dos paredes de la cocina que daban al salón y al pasillo, y el espacio conseguido dárselo al baño del pasillo.
Así, podíamos conseguir un plato de ducha de 140 cm, y la posibilidad de cambiar la ubicación del lavabo. Para no ver la entrada al baño del pasillo directamente, propusimos realizar una pared con una celosía realizada mediante palillería de madera. De esta manera, nos tapaba parcialmente la visión, pero por otro lado, nos permitía pasar la luz. Esa pared, además, nos podía servir para apoyar la TV y poder girar todo el estar hacia la luz.
Al descubrir el pilar y la viga de escayola, y en definitiva al descubrir todo el falso techo de escayola de la zona de día, nos encontramos una viga y un pilar muy deteriorados, ocultos por la escayola. Además, el asentamiento del edificio producía desniveles en la altura del techo de casi 20 cm., y la tillería de todo el forjado, no estaba demasiado bonita como para poder dejarla vista.
Por lo que decidimos tan sólo restaurar la viga principal, con el refuerzo necesario, así como añadirle un taco de madera, para darle una sección constante, debido a los desniveles que mostraban los techos. El resto del techo volvimos a taparlo con falso techo de pladur, pero que decidimos darle diferentes niveles de altura, para poder de esa manera, conseguir la mayor altura posible en cada zona diferente de la zona de día.
Una cocina integrada
Para la unión de la cocina con el salón, los clientes tenían claro que querían una barra alta, pero una barra alta sin cocinado ni lavabo. La zona de cocina la querían reducir a lo imprescindible, el espacio era para reunirse. Como acabados de cocina optamos por una cocina con acabado en blanco o #totalwhite que nos reflejara más la luminosidad del piso.
Una encimera de Silestone y un azulejo hexagonal de Equipe Cerámicas aportan el punto glamuroso al blanco, siendo la madera de la barra en forma monolítica, el elemento rotundo que junto a los dos lamparones de Maisons du Monde, que cuelgan sobre ella, conseguirán ser el centro al que se dirijan todas las miradas.